El ahora linebacker de los
Linces, con tan sólo 23 años, empezó de liniero en sus infantiles, en su
juvenil fue receptor y cornerback y fue a partir de su última juvenil, que empezó a ser linebacker.
Haciendo cuentas lleva 14
años jugando fútbol americano.
Todo empezó cuando su
hermano y él comenzaron a probar este deporte por pura casualidad y a partir de
ahí se enamoró totalmente de esta disciplina, convirtiéndose así, un estilo de
vida.
Antes de llegar a UVM jugó
en los Raiders de arboledas. Gracias a
que un amigo y él decidieron cambiar de equipo, fue como terminaron en la casa
felina de Linces. Desde que llegó a Linces él se encariñó con los colores y con
toda esa unión de la cual caracteriza al equipo.
Miles de sensaciones se desenvuelven
cuando Héctor está dentro del campo, tanto emoción, ansia, nervios, que al final,
después de todo, se convierte en una carga total de adrenalina. Y es evidente
que es capaz de controlar sus emociones
pues desempeña un gran trabajo defensivo.
Él es un jugador que se concentra en la
jugada, su atención siempre va dirigida a lo que se está desarrollando dentro
del campo y a las indicaciones de su coach. Su mentalidad siempre está enfocada
en visualizar las cosas que quiere que sucedan en el campo. Caracterizado por
su velocidad y gran agilidad ha recuperado varios balones e interceptado; se destaca por realizar buenas tacleada y varias capturas importantes a los quarterbacks
al equipo contrario.
El mejor recuerdo que tiene
en su vida, como jugador, es la
intercepción que tuvo en la temporada 2014 contra las Águilas Blancas, pues la
regresó hasta el touchdown. Eso demuestra las diversas habilidades que tiene
como jugador, ya que se necesita mucho para que un defensivo logre ese tipo de jugadas, no es
imposible, sino que es algo que lleva mucho esfuerzo y demasiada concentración
a la hora del juego para poder realizarlo de manera efectiva.
Estar en liga mayor ha sido
y es una etapa con experiencias totalmente
diferentes, la cual está disfrutando demasiado, pues es como uno de los sueños
grandes de todo jugador, ya que es el punto máximo del fútbol colegial.
El último cuarto es su parte
favorita del juego, porque ahí es donde se determina todo, es en donde se llena
de emociones y si vamos a hablar de cosas que le gustan a este linebacker el
trabajo uno a uno o mejor conocido como personal es la cobertura que más
disfruta llevar a cabo. Se considera un jugador al que le gustan mucho los
golpes y el impacto.
Esta temporada se siente más
fuerte, motivado y más listo que nunca. Ha trabajado mucho en la parte mental y
lo anímico, pues es otro punto muy importante que muchos jugadores a veces
olvidan: la mente. Es fundamental no sólo prepararse física, sino también
psicológicamente.
“El amor a este deporte y el
cariño que le tengo es lo que más me motiva ahora a jugar”, considera que la
pasión es el aspecto más importante que todo jugador debe de tener presente y
que las malas influencias a los
jugadores son las cosas que afectan para que algún equipo deje de avanzar.
La unión y el compañerismo son dos de los los valores presentes en este deporte. No sólo se crean buenas amistades sino lazos muy difíciles de romper y es algo
que debemos de valorar.
“Es mucho mejor estar de
local que de visitante, sientes el apoyo de tu tribuna y sabes cómo moverte
dentro de tu territorio.” El JOM, no sólo para los jugadores, sino también para
los fanáticos, simboliza mucho más que sólo un campo.
Su filosofía es: “Darlo todo
siempre y no arrepentirse de nada.” “Llevaré
mi futbol hasta donde mi cuerpo lo aguante”-aún no tiene algo definido en cuanto
a lo que va a hacer después de que se termina su tiempo en mayor, él solamente
disfruta el ahora el mañana es otra cosa.
Ser pieza clave en su equipo
y tener éxito en los ámbitos profesionales y personales son una de las metas
que él se ha planteado y siempre tendrá presente.
Él piensa que todos pueden jugar
fútbol americano pues todos pueden desarrollar las habilidades necesarias, pero hay algunos que se enfocan más en hacerlo
realidad.
El fútbol americano le ha enseñado
a que nunca debe de agachar la cabeza, siempre hay que dar todo y aunque las
cosas no salgan a la primera, si uno sigue de pie, al final se conseguirá lo
que se busca.
“Aprovechen todos los días
que practican este deporte, que todos los días den su 110%, porque el tiempo que puedes practicarlo se pasa
rápido y cuanto menos te lo esperas ya estás dando tus últimos partidos”- es el
mensaje que les deja a todos los jugadores.
Sin duda es uno de los
jugadores que tienen ese instinto felino capaz de detener cualquier intento de
ataque ofensivo. Todos saben que cuando Héctor Zamarripa entra al campo no hay
nadie quien lo pueda detener.
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